Recién hemos regresado de una nueva edición de nuestro ya clásico phototrekking “El hayedo embrujado”. Una cita fotográfica en el corazón del Valle de Tena que nunca decepciona y siempre nos regala algunos de los fotones más gloriosos del año.
Como de costumbre, el paisaje y la meteorología se pusieron de acuerdo para ofrecernos las mejores oportunidades fotográficas posibles. El viernes llegamos con las últimas luces del día, que nos permitieron dar un corto paseo y comprobar de primera mano el estado de los colores del otoño. El cielo estaba bastante despejado, pero la previsión para el sábado prometía nubes bajas y algo de lluvia: los ingredientes perfectos para la fotografía de bosques.
Y así fue: pese a que finalmente solo cayeron unas breves gotas al final de la tarde, todo el día las cumbres se mantuvieron entre las nubes, ofreciendo buenísimas oportunidades para retratar paisajes de montaña épicos. Entre las nubes y las escarpadas cimas algunos árboles salpicaban de colores de otoño las faldas.
Dentro del bosque el otoño se mostraba en todo su esplendor: amarillos, naranjas, ocres y algún tono rojo preparaban una paleta de tonos cálidos que de tanto en tanto contrastaban con el verde oscuro de los pinos. Este año hemos tenido algo menos de agua y setas, pero hemos acertado de pleno con los colores del otoño. El interior del bosque nos ha permitido jugar con distintas técnicas y composiciones, tanto con gran angular como con teleobjetivo y macro.
Una vez en la parte alta del bosque disfrutamos de una nueva visión de las montañas circundantes, de nuevo con sus cimas coronadas por nubes bajas. Entre praderas alpinas seguimos disfrutando de los magníficos colores y las posibilidades fotográficas ofrecidas por la niebla.
De nuevo en el bosque y con las últimas luces nos despedimos de este magnífico hayedo, no sin antes hacernos nuestra foto de grupo de rigor. Sin duda aprovechamos todas las luces del día hasta queregresamos a nuestros vehículos a puntito de necesitar el apoyo de la luz de nuestras linternas frontales.
El domingo realizamos nuestra última excursión del phototrekking. Como de costumbre, la excursión del último día es más sencilla y corta, pero no por ello menos interesante. Este paseo nos ha permitido practicar nuevas técnicas fotográficas y nos ha llevado a descubrir una pequeña cascada escondida que nos ha mantenido entretenidos con el efecto seda.
Ha sido sin duda un fin de semana memorable, tanto por las posibilidades fotográficas y la majestuosidad de los paisajes como por la simpatía y el buen rollo de nuestro pequeño grupo de participantes. Muchas gracias por vuestra compañía: Dolors, Isa, Sergi, Alfons y Carme. Esperamos que lo hayáis disfrutado a tope y que pronto volvamos a encontrarnos cámara en mano. Y tú, que estás leyendo estas líneas y aún no tenemos el placer de conocerte, no lo pienses más y apúntate a la próxima salida. Puedes ver nuestros próximos phototrekkings aquí.
