Los viajes de aventura no consisten tan solo en lograr espectaculares imágenes, sino en caminar, explorar y compartir el entorno con la fauna, sentir los elementos y plasmarlo todo con nuestras cámaras. No se trata de viajes para lograr fotos que ganen concursos, sino de vivir una experiencia apasionante a través de la fotografía, el vídeo y la naturaleza.