Un año más hemos regresado al bosque de terciopelo para una nueva edición de este phototrekking, que a día de hoy podríamos decir que se ha convertido en todo un clásico por la amplia variedad de paisajes y posibilidades fotográficas que ofrece.
Durante el desayuno comentamos las fuertes lluvias de los días anteriores, que en algunos lugares han desbordado ríos, pantanos y lagos. Seguramente, el río que se encuentra a mitad de la excursión está más crecido que de costumbre, y esto nos emociona bastante, ya que uno de los puntos fuertes de este fototrekking es fotografiar una cascada.
El día está nublado, lo que facilita la fotografía dentro del bosque. La primera parte del recorrido es sencilla. Desciende por una pista donde el suelo es una alfombra de hojas caídas. Algunas de ellas son de un amarillo muy vivo, destacando sobre el resto, que son de tonos ocres. La noche anterior ha llovido y en las hojas del entorno se aprecian gotitas que hacen las delicias de los usuarios de objetivos macro.
Llegados a un punto nos desviamos de la pista principal para coger una variante a través de la maleza, como a nosotros nos gusta. Es este “camino – no camino” lo que nos lleva a nuestra parte favorita de la ruta. Al cabo de un rato accedemos a una zona repleta de setas y hongos de diferentes formas y colores. Una persona “normal” podría tardar menos de un minuto en recorrer esta zona, pero nosotros tardamos más de una hora. Y es que las posibilidades fotográficas parecen infinitas.
Este camino indómito nos conduce al lugar que da nombre al phototrekking: el bosque de terciopelo. En este lugar los troncos y las ramas de los árboles están totalmente recubiertos de musgo, denotando la calidad y pureza del bosque y del río del que bebe.
En esta parte del bosque la aventura y la fotografía dominan a partes iguales. Al cabo de un buen rato llegamos a la gran cascada. ¡Y vaya si es una gran cascada! Las copiosas lluvias han elevado enormemente su caudal, y es que en los muchos años que llevamos organizando esta actividad nunca habíamos visto tanta agua.
Pero no solamente el caudal de la cascada fue una gran sorpresa: en un momento de paz y tranquilidad en la que todos comíamos nuestro bocadillo, la naturaleza nos ofreció un regalo más: entre las rocas, en la orilla opuesta del río, brincaba un visón. El animal pasó sin percatarse de nuestra presencia y con toda naturalidad, aunque a su regreso algunos participantes pudieron tomar alguna fotografía de este momento fugaz.
Aparentemente, por la ausencia de manchas blancas en el labio superior se trataba de un visón americano (Neovison vison), una especie invasora que representa una amenaza grave para la fauna autóctona, especialmente para el visón europeo.
Después de disfrutar un buen rato de la cascada y su caudal, seguimos con nuestra ruta, aprovechando cada momento del camino; desde los árboles y arbustos con formas curiosas hasta las vistas que recuperamos al ganar altura y el bonito puente medieval donde aprovechamos para tomar nuestra foto de grupo de rigor. Es curioso como en cada phototrekking la foto de grupo es espontánea y diferente, a la vez que refleja lo bien que lo pasamos.
Carles, Paula y Guillermos… Esperamos que vosotros también lo pasarais en grande y que pronto volvamos a coincidir cámara en mano. Y tú, que estás leyendo estas líneas y aún no tenemos el placer de conocerte, no lo pienses más y apúntate a la próxima salida. Puedes ver nuestros próximos phototrekkings aquí.
3 comentarios en “El bosque de terciopelo 2025: crónica y fotos”
Muchas de nadas por la casualidad de haber captado al visón. Sin duda fue la guinda que culminó el pastel de toda la maravillosa ruta del bosque de terciopelo.
No habría imaginado nunca cómo en una ruta de poco más de 6km pudiera dar tantas variedad de paisaje, flora y fauna para disfrutar de la fotografía. Solo quieres ver cuando volvéis a sacar otra fecha para una de vuestras rutas tan especiales para poder disfrutarla. Gracias Marta y Tato!
Hasta la próxima!
¡Gracias Guillermo! Ha sido un placer contar con tu compañía en este phototrekking tan especial. Esperamos pronto programar las actividades de 2026 🙂
He podido participar en 3 actividades diferentes con vosotros. Y la verdad que pienso seguir haciéndolo. Cataluña y el mundo están llenos de lugares hermosos para descubrir y fotografiar. Pero las actividades con Indomitus están perfectamente planeadas para ayudarnos a aprovechar los detalles de cada lugar. Marta y Tato están atentos siempre a apuntarnos en una buena dirección. Y siempre aprendo alguna cosa nueva! Gracias!!