Otro año más, el séptimo ya, nos hemos dirigido al Valle de Tena para realizar nuestro phototrekking de otoño “El hayedo embrujado”. Y quizás haya sido por llevar tantos años haciéndolo y por contar ya con varios participantes repetidores en más de una ocasión, o quizás debido al fútbol o a quién sabe que, este año solo teníamos tres participantes. Pese a ello decidí tirar adelante con la actividad ya que, no aprovechar la oportunidad de retratar el otoño en un lugar tan bonito me pareció un pecado o una ilegalidad.
Así pues, nos encontramos el viernes por la tarde y antes de que empezaran las lluvias y bajara la luz pudimos disfrutar ya de unas primeras fotos, que nos sirvieron para ver como se presentaría el paisaje del fin de semana: por un lado, los colores del otoño estaban en su máximo. Por otro lado, no recuerdo haber visto los embalses y ríos tan llenos de agua y esto es un lujo que debíamos disfrutar.
Como la previsión amenazaba con mojarnos durante el sábado, realizamos un cambio de planes, dejando la excursión más larga y bonita, la del hayedo, para el domingo. El sábado, aprovechamos las nieblas, las lluvias y los cielos amenazantes para crear unas fotografías increíbles, donde el otoño se mostraba en todo su esplendor.
Por la mañana aprovechamos la lluvia más ligera para una sencilla y agradable excursión hasta un bonito salto de agua donde practicar composición y larga exposición. Por la tarde, realizamos un circuito por los alrededores, que esconden muchos puntos de vista y rincones fotográficos para el ojo experto. Retratamos el río y los embalses, pero también las vistas de las cumbres y el bosque surgiendo de la niebla.
Por si fuera poco, al atardecer disfrutamos de una puesta de sol muy particular: mientras la luz bajaba y las nubes ascendían, dejaron entrever que la lluvia había caído en forma de nieve en las alturas, prometiendo un paisaje de lo más contrastado para el día siguiente.
Y así fue. Amanecimos con un día ya más agradable y con algo de cielo despejado, que nos mostraba los resultados de la nevada del día anterior en todo su esplendor: las cumbres blanquecinas contrastaban con los amarillos y ocres de las hojas que normalmente ya han caído antes de las primeras nieves. Más abajo, el bosque creaba un festín de colores que bailoteaba por las faldas de las montañas, con un fuerte contraste entre los verdes de los árboles de hoja perenne y los amarillos, rojos y ocres de los árboles de hoja caduca.
Los ríos estaban a tope, apareciendo desbocados donde normalmente se muestran como tímidos riachuelos y en ocasiones, conquistando las sendas que caminamos. Quizás por tantas lluvias este año también hemos encontrado una mayor variedad de setas, que han hecho las delicias de los amantes de la fotografía macro.
Ni que decir, que el hayedo estaba espectacular y ha sido un gran disfrute poder caminar por sus senderos prácticamente solos, puesto que las previsiones meteorológicas probablemente hayan contribuido a ahuyentar al senderista habitual de la zona.
Resumiendo: un fin de semana increíble y alguno ya reserva plaza para el año que viene, así que si estás leyendo esto, a ver si nos acompañas también a disfrutar de estas maravillas. Puedes consultar los próximos phototrekkings aquí. Muchas gracias por la agradable compañía Fernando, Carles y Ricardo. ¡Nos vemos en la próxima!
2 comentarios en “El hayedo embrujado 2024: crónica y fotos”
Un lloc impresionant !!
Veig que encara hi ha aquell llarg tronc atravessat enmig del bosc, jejeje
Lo dicho, un fin de semana para el recuerdo. Gracias, Marta, ha sido como una clase particular de tres días. De vuestras salidas siempre se vuelve con cosas aprendidas. Ya queda menos para el año que viene, jejejejeje