Este ha sido un phtotrekking fuera de lo normal, pues debía realizarse un mes antes, pero un gripazo nos obligó a reprogramarlo para enero, y las dificultades de disponibilidad hicieron necesario separarlo en dos grupos en diferentes fechas. Y sin duda la espera ha merecido la pena.

Este phototrekking es el más didáctico del año y cuenta con el recorrido más corto y sencillo de todos. Esto nos permite fijarnos en muchos detalles y tener tiempo de sobra para practicar y aprender. El sencillo pero atractivo camino de ronda esconde mil rincones donde las olas chocan contra las rocas y el ir y venir de las aguas invita a jugar con el efecto seda y la larga exposición.

Después de una breve pero interesante explicación y demostración sobre los diferentes filtros físicos que podemos utilizar en la naturaleza iniciamos el recorrido. No tardamos en encontrar los primeros lugares donde practicar con dichos filtros y obtener interesantes resultados.

También aprendimos que no solo es posible ajustar exposiciones prolongadas con el agua y las nubes, sino también con la fauna salvaje. En este aspecto, ambos grupos pudieron practicar con aves marinas, como gaviotas, cormoranes, garcetas blancas o incluso un martín pescador. Por supuesto, este tipo de composiciones requiere mucha más paciencia de lo habitual, pero el resultado es muy atractivo y siempre merece la pena.

Como siempre, estas actividades no serían lo mismo sin los fotógrafos que nos acompañan. Nos encanta nuestro trabajo y no hay nada mejor que ver que las personas que han confiado en nosotros aprenden y disfrutan con la actividad que hemos preparado. Gracias a los repetidores por confiar una vez más en nosotros y bienvenidos a los recién llegados a la familia indomitus. ¡Han sido dos grupos estupendos, como atestiguan las dos fotos de grupo!
A continuación os dejamos algunas imágenes más de este phototrekking. Y si estás leyendo esto y no entiendes por qué no te has apuntado, echa un vistazo a nuestras próximas actividades aquí.