Estamos muy contentos de reactivar este phototrekking tan especial, que dejó de realizarse con el estallido de la pandemia de la COVID y que, por fin, volvemos a disfrutar.
Nuestra aventura invernal dio comienzo en el pueblo aranés de Salardú. El valle de Arán se vestía de blanco y aparecían las primeras estrellas poco después de ocultarse el sol tras las escarpadas montañas. Después de una buena cena salimos a calentar motores con una entretenida sesión de fotografía nocturna.
Si bien la meteorología se presentaba aburrida para los cielos diurnos, fue excelente durante las horas de oscuridad, con cielos tremendamente despejados y estrellados que nos permitieron disfrutar de la noche hasta que las bajas temperaturas decidieron nuestra retirada.
Al día siguiente daba comienzo nuestra excursión con raquetas. Estas nos facilitaban avanzar por la nieve virgen y explorar rinconcitos apartados de la pista pisada por las máquinas de la estación de esquí, localizando así detalles escondidos al senderista general. Mientras por la pista disfrutábamos de fotografiar otros montañistas, esquiadores de fondo, trineos a caballo y caminantes en general, los puntos más escondidos cobijaban riachuelos helados repletos de formas y texturas que aprovechamos poniendo en práctica técnicas de larga exposición.
Hubo momentos para todo: fotografiar, revolcarse en la nieve, comer un pícnic bajo el cálido sol de febrero y experimentar con las raquetas de nieve, adentrándonos en el bosque y recorriendo senderos inexistentes sobre la nieve virgen. Incluso los más valientes se atrevieron con alguna bajada más empinada.
Después de llegar al refugio de Montgarri y disfrutar de un merecido descanso paseamos hasta el pueblo abandonado de Montgarri, cuyas ruinas aún son visibles entre la nieve. La nieve también nos mantuvo entretenidos descifrando las numerosas huellas dejadas por la fauna local, tales como zorros, ardillas o ciervos, entre otros.
Finalmente, y después de una copiosa cena caliente disfrutamos de una nueva sesión de paisaje nocturno, en esta ocasión aprovechando la iglesia de Montgarri como elemento compositivo. Tuvimos la oportunidad de fotografiar las estrellas como puntos, pero también de jugar con largas exposiciones para crear trazos de luz con las estrellas circumpolares.
Al día siguiente seguimos nuestro camino con la intención de cerrar esta bonita ruta circular. Antes de coger la pista nevada aprovechamos las bonitas luces de la mañana en los alrededores del refugio y tratamos de buscar senderos alternativos entre el bosque que convirtieron parte de la mañana en una nueva aventura nival.
Durante el regreso tubimos la oportunidad de fotografiar algunos detalles interesantes, como la vegetación seca asomando entre medio de la nieve y algunos rastros más de animales. Finalmente, también vimos algunos trineos de perros que rieron el toque final a esta excursión.
Han sido unos días de lujo en buena compañía, muchas risas y buenos momentos para recordar. Os dejamos con algunos de ellos en esta pequeña selección de fotografías. Y si estás leyendo esto y no entiendes por qué no te has apuntado, echa un vistazo a nuestras próximas actividades aquí.
3 comentarios en “MONTGARRI INVERNAL 2023: CRÓNICA Y FOTOS”
Maravilloso phototrekking! Todo perfectamente organizado, con su puntito de aventura y como siempre, dedicados a enseñarnos y a pasarlo bien. Gracias, amigos
Enhorabuena, hacéis unas salidas chulísimas. Tengo muchas ganas de apuntarme, en ello estoy.
Un phototrekking molt molt interessant. Un marc incomparable, una gran companyonia i possibilitat de fotos xules.
Ho vam gaudir molt!!!