Llevábamos meses esperando regresar a la naturaleza, y finalmente llegó nuestro momento. Este phototrekking nos permitió sentir de nuevo esa conexión con el mundo natural que ya creíamos olvidada, pasando un buen rato entre compañeros de afición, fotografiando todo lo que nos rodeaba, ya fuera un paisaje, un animal o una flor.
Con su característico silbido agudo, el tren cremallera avisaba de nuestra llegada a este recóndito valle rodeado de elevadas cimas en la comarca del Ripollès. Tras acomodarnos en las habitaciones y cambiar nuestras camisetas y pantalones cortos por ropa más adecuada dimos un paseo por el entorno cercano para conocer un poco mejor el lugar donde se desarrollarán las actividades durante los próximos días.
El aire fresco, el movimiento de las nubes, el olor a humedad por la lluvia reciente. Después de un agradable paseo cámara en mano y de una suculenta cena, aprovechamos nuestra primera noche bajo las estrellas, acompañados por el viento y una luna que iluminaba parcialmente el paisaje.
Pero la excursión destacada nos esperaba el día siguiente. Durante todo el día recorrimos dos valles distintos a través de una bonita y variada excursión circular en la que no faltaron los ríos, las cascadas, las flores y por supuesto, la estrella de este phototrekking: la fauna salvaje.
Y es que durante todo el día pudimos fotografiar diferentes especies de esta zona del pirineo. En cuanto a las aves destacó la presencia de un par de buitres leonados y un solitario quebrantahuesos. Por otro lado, en cuanto a los mamíferos, los protagonistas fueron las marmotas, los rebecos y los muflones, que pudimos fotografiar desde distintas distancias, con fondos variados y con luces cambiantes.
En especial fue muy interesante aprender a acercarnos a este tipo de fauna sin ser detectados, lo que nos permitió ser testigos de un comportamiento totalmente natural: los adultos se relajaban y las crías jugueteaban sobre el prado y las zonas rocosas.
Después de todo el día disfrutando de escenas como esta regresamos al alojamiento para una nueva cena, seguida de una sesión de fotografía nocturna.
La excursión del último día nos llevó a un nuevo recorrido circular en el que los protagonistas fueron las flores del entorno, destacando algunas especies de orquídea, de planta carnívora o incluso el acónito, que nos tuvieron entretenidos un buen rato.
Con el sonido omnipresente de las marmotas fuimos descubriendo nuevos paisajes entre bosque y prado alpino hasta llegar al final del recorrido.
Este phototrekking nos ha permitido retratar un amplio abanico de paisajes, flora y fauna del Pirineo. Sin embargo, además del aspecto fotográfico en nuestra memoria quedará el recuerdo de la maravillosa compañía de los aventureros que habéis apostado por INDOMITUS. Sin vuestras risas y buen humor esta excursión no habría sido tan agradable.
¡Muchas gracias Luis, Dolors, Núria, Fortià, Carme, Francesc y Jaume(s)
Y si estás leyendo estas líneas y te has quedado con ganas de venir, que no se te escapen nuestros próximos phototrekkings. Puedes consultarlos aquí.