En julio de 2019 realicé mi tercera expedición personal para fotografiar al zorro ártico en su entorno natural. Para ello debería recorrer una solitaria península en los remotos fiordos islandeses.
Tras once días de montañas, valles, bahías, fiordos y acantilados, pude convivir con este magnífico animal en uno de los momentos más importantes del año: los primeros pasos de los cachorros fuera de la madriguera.