Consejos para que tus fotografías sean la mar de éticas y molonas
En fotografía de naturaleza, una de las experiencias más bellas e intensas es compartir la mirada con un animal salvaje. Parte de esa emoción que sentimos queremos plasmarla en nuestras fotografías. Sin embargo, aunque tengamos la mejor de las intenciones, si no actuamos con ética y responsabilidad, nuestros actos como fotógraf@s pueden perjudicar a ese animal que tanta emoción despertó en nosotros. Entonces, ¿cómo podemos saber que actuamos adecuadamente en nuestros viajes de fauna salvaje? En este artículo intentaremos ayudaros con nuestros consejos, que podrás poner en práctica en tu próxima aventura en la naturaleza.
Tabla de contenidos
1. Mantener las distancias
Como fotógrafos, puede que tengamos la tentación de acercarnos lo máximo posible a un animal con el objetivo de captar el mayor detalle y llenar el encuadre. Sin embargo, más satisfactorio que obtener un retrato cercano es compartir un buen rato con un animal que no nos presta atención y que actúa de modo natural, como si no estuviéramos allí.

Los animales pasan el día buscando alimento para subsistir. Para ello tratan de gastar el mínimo de energía posible; de lo contrario necesitarían ingerir más alimento. Para algunos animales, como por ejemplo el urogallo, una carrera de más puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. En otros casos menos dramáticos, puede suponer una pérdida de energía y un estrés innecesario.

Acercarnos a los animales suele ponerlos en estado de alerta. En el mejor de los casos solo nos observarán, pero pueden cambiar su actividad o incluso alejarse por las molestias causadas. A continuación, te dejo algunos consejos para mantener la distancia sin perder oportunidades fotográficas:
1.1 El teleobjetivo es tu amigo
Si eres amante de los retratos y los encuadres cerrados y/o los desenfoques de fondo, el teleobjetivo es un buen compañero de viajes. Este objetivo permite hacer todo esto sin acercarse demasiado, por lo que damos un margen de seguridad más alto a la fauna, que no se verá tan amenazada por nuestra presencia. Es inmensamente mejor estar lejos y acercarnos mediante la óptica que acercarnos demasiado con una focal corta y molestar al animal.

La distancia focal del teleobjetivo dependerá del tipo de animales que solamos fotografiar. Por ejemplo, necesitaremos focales más largas para aves, sobre todo para las más pequeñas. En mi caso suelo llevar dos teleobjetivos en mis viajes de fauna; uno corto, tipo 70-200 mm para captar retratos de animales en su entorno y grandes mamíferos, y otro largo, tipo 100-400 mm para animales a los que no es posible acercarse mucho o para captar encuadres más cerrados.

1.2 Leer las miradas y los gestos
Todo el que ha tenido un perro en casa tiene una base para entender que las miradas y los gestos de los animales nos hablan de lo que están sintiendo. Podemos imaginarnos y diferenciar el rostro y la postura general del perro cuando está contento, asustado o enfadado. El resto de los animales también nos habla a través de la mirada, la posición de las orejas, los gestos y movimientos. Debemos acostumbrarnos a leer e interpretar estos gestos y miradas para saber cuándo somos tolerados, ignorados o si estamos suponiendo un grave problema.
De nuestra lectura y de la posterior adaptación de nuestro modus operandi a esta comunicación no verbal dependerá la tranquilidad del animal y el resultado fotográfico. Por ello, es vital estar atentos a los gestos y miradas del animal en todo momento, desde que lo divisamos hasta que nos retiramos.

2. Pasar desapercibidos
Una buena manera de asegurarse de que nuestra presencia no incomoda a los animales es procurar pasar desapercibidos. Para ello existen varios recursos:
2.1 Camuflaje
No todos los animales ven los colores del mismo modo, por ejemplo la visión dicromática de los bóvidos y cérvidos, hace que estos animales interpreten los colores con una longitud de onda larga, como el rojo y el naranja, como si fueran tonos de marrón. De todos modos, siempre es una buena ayuda vestir de colores similares a los de nuestro entorno y evitar colores demasiado contrastados con el paisaje en el que nos movemos. Preferiblemente llevaremos tonos oscuros de marrón o verde y jamás, excepto en la nieve, blanco. De este modo destacaremos menos sobre el paisaje que nos rodea y esto nos ayudará a pasar más desapercibidos.

2.2 Aquí huele a humano
Los animales tienen el olfato mucho más desarrollado que nosotros y nos detectarán fácilmente si llevamos perfume o nos hemos lavado el pelo con un champú oloroso antes de salir a tomar fotografías. También es recomendable utilizar desodorantes inodoros. En definitiva, evitar añadir olores de más a nuestro inevitable “olor humano”.

2.3 Cambios de rasante y accidentes naturales
Cuando fotografíes fauna intenta ayudarte del entorno para esconder tu silueta. A veces árboles o arbustos pueden ocultarte y a la vez proporcionarte apoyo. Los accidentes naturales tales como cambios de rasante del suelo o rocas también pueden ser de gran ayuda para ocultarte.

2.4 Disparo en modo silencioso u obturador electrónico
A veces hemos logrado “acercarnos” al animal sin ser detectados y en el momento de tomar la fotografía el sonido del disparador alerta al animal, que huye despavorido. Esto tiene una sencilla solución: en las cámaras réflex podemos activar el modo silencioso, que no es ideal, pero hace menos ruido que el disparo normal. En las cámaras sin espejo es tan sencillo como seleccionar el obturador electrónico y bajar el volumen a cero. De este modo el sonido es inexistente.
3. Viaja siempre en grupos muy reducidos
Cuando apuntamos a un animal con nuestra cámara no genera el mismo impacto ser una persona, que 5, 10 o 20. Un grupo pequeño no solo incrementa las posibilidades de éxito; también favorece la tranquilidad de los animales y permite una experiencia satisfactoria y especial.
Si por lo contrario viajamos en un grupo grande acentuamos las posibilidades de que los animales huyan o que la situación general parezca un circo. Más personas significa más movimiento y más ruido, lo cual molesta a los animales, cuya paciencia termina antes de tiempo. También dificulta las posibilidades compositivas del fotógrafo, que además de tratar de respetar a la fauna salvaje debe esforzarse para conseguir la foto deseada entre una multitud ansiosa de imágenes similares.
Si además cuentas con un guía experimentado y con conocimiento del entorno y la fauna, viajar en grupos reducidos facilita que te pueda prestar la atención que mereces, aconsejarte y guiarte para que consigas buenas fotografías. Un guía que tiene que atender a muchas personas no logrará transmitir el mismo nivel de información, por lo que la calidad de sus enseñanzas y los resultados fotográficos del grupo se verán comprometidos.

4. No alimentar ni tocar la fauna salvaje
Esto puede parecer muy obvio, pero cada día abundan más en redes sociales los vídeos en que animales salvajes como osos o zorros se acercan a los vehículos. Esto sucede porque estos animales se han acostumbrado a que se les dé de comer desde un vehículo. El engañoso “punto positivo” de esta conducta es que resultará más fácil tomar fotografías. No obstante, el punto negativo es que probablemente su falta de miedo a las personas, las carreteras y los coches termine por ser su causa de muerte.
No hay que olvidar que un animal salvaje acostumbrado a ser alimentado por el ser humano deja su esencia atrás para convertirse en un animal domesticado, una especie de mascota silvestre. Si lo que te movía a tomar las fotografías es la esencia del animal salvaje no contribuyas a que esta esencia desaparezca.
Tampoco está bien tocar animales que encontremos en la naturaleza. Si un animal salvaje se nos acerca en exceso y no supone un peligro para nosotros, lo que debemos hacer es simplemente quedarnos quietos y dejar que el animal nos estudie mientras gozamos del momento tan especial que estamos viviendo.

5. Fotografía desde hide
Aparte de los consejos anteriores, una buena manera de fotografiar fauna salvaje sin ser detectados consiste en la fotografía desde hide o aguardo. Se trata de un pequeño escondite desde el cual podemos fotografiar a los animales, generalmente atraídos a este lugar mediante algún tipo de reclamo, como agua o comida, sin ser vistos desde el exterior.
La mayoría de animales que se suelen fotografiar desde hide son animales que serían imposibles de fotografiar o filmar sin este recurso por mucha distancia y teleobjetivo que tengamos ya que nuestra mínima presencia los pone en alerta y/o en peligro, como es el ejemplo del quebrantahuesos, que de ver una persona cerca a su lugar de nidificación podría abandonar el nido para no regresar, poniendo a su descendencia en una situación de peligro de muerte.

5.1 Escoger un operador responsable
Lo primero y más importante si vamos a realizar una sesión de fotografía de fauna desde hide es asegurarse de que el propietario esté comprometido con no crear pautas de conducta y con que las fuentes de aporte de alimento sean también éticas. Un fotógrafo concienciado con la naturaleza jamás debe apoyar a operadores que usen cebo vivo o que hayan criado y/o matado a un animal para garantizar el éxito en las sesiones fotográficas.
Algunas fuentes de aporte de comida éticas para carnívoros pueden ser, por ejemplo, animales atropellados o restos de comida “no apta” para humanos de carnicerías locales.

Este es el caso que usa uno de nuestros operadores, concretamente en Polonia: recibe un aviso cuando alguien del pueblo encuentra un animal muerto o hay un atropello (es un pueblo relativamente pequeño y todos se conocen). Este animal se utiliza como aporte de alimento y posteriormente, cuando los animales han comido toda la carne, la piel se rellena con carne “descartada” de carnicerías locales para los próximos usos.
Otro punto importante es no dejar aportes artificiales de alimento todos los días, sino separarlos en el tiempo para que los animales no se acostumbren a que siempre

5.2 Adaptar los horarios a la especie a fotografiar
Algunas especies, como ardillas o pájaros pequeños, puede que no den importancia a este detalle, pero la mayoría de los animales no se acercarán nunca al hide si lo relacionan con la actividad humana. Es por ello que generalmente entraremos al aguardo antes de la salida del sol y no saldremos hasta después de la puesta de sol. De este modo nos aseguramos de que ningún animal nos vea. Por este motivo, dentro del hide debe haber todo lo que podamos necesitar a lo largo del día.

5.3 No hacer ruido
Es bastante obvio, pero para pasar desapercibidos dentro del aguardo debemos estar en silencio. Esto es más importante si fotografiamos mamíferos, ya que las aves tienen el sentido de la vista más desarrollado que el del oído y nos detectarán antes por un movimiento que por un sonido. De todos modos, estar en silencio facilita la concentración y garantiza las probabilidades de éxito. Además hay que maximizar las precauciones, ya que si somos detectados por un animal, este probablemente tarde muchísimo tiempo a volver a confiar en dejarse ver por el mismo lugar.

5.4 Prioridad al cristal espía
Generalmente hay dos tipos de aguardos: con apertura para el objetivo y con cristal espía. El hide con apertura para el objetivo garantiza una mayor calidad de imagen pues prescinde de elementos de cristal entre el objetivo y el motivo a fotografiar. Sin embargo, pone en riesgo la sesión y las futuras apariciones de los animales, especialmente las rapaces, que pueden detectar a muchos metros el destello de la luz en el elemento frontal cuando movemos el objetivo para cambiar de encuadre. Lo más probable es que se alejen del lugar antes de que la sesión haya comenzado. Los cristales espía, por el contrario, permiten mucho margen para movimientos dentro del hide, y por lo tanto podemos cambiar de cámara u objetivo sin preocuparnos, ya que aunque vemos perfectamente el exterior, los animales no nos ven en absoluto. Esto garantiza mejores oportunidades fotográficas y un mayor respeto por la fauna.

5.5 Vestir ropa oscura
Pese a que el cristal espía es una maravilla del camuflaje, tiene sus pegas: la primera es que según como incide la luz es posible que se vea algo el interior del hide. Por otro lado, y también en función de la luz, puede ser que en algunos casos el interior se refleje en el cristal y este reflejo aparezca en la foto. Por este motivo todo lo que hay dentro del hide es oscuro: el techo, el suelo, las paredes, las sillas… Y por el mismo motivo, el fotógrafo debería vestir también de colores oscuros si no quiere boicotear sus propias fotografías o asustar a los animales.

6. Los safaris fotográficos
Si eres un amante de la fauna salvaje, puede que alguna vez te hayas planteado participar en un safari fotográfico. Los más famosos son los de África, pero también existen safaris fotográficos para ver osos polares en Noruega, tigres en la India, osos grizzly en Alaska, ballenas en Islandia, pingüinos en la Antártida o bisontes en Polonia, por poner algunos ejemplos. Aparentemente un safari fotográfico desde vehículo puede parecer respetuoso con la fauna, pero la masificación de los grandes parques y algunos accidentes aislados demuestran que no es oro todo lo que reluce. Vamos a ver algunos consejos para disfrutar de nuestro safari con la conciencia tranquila:

6.1 Nunca salir del vehículo si no está permitido
Los leones y guepardos pueden parecer muy bonitos y dóciles desde el vehículo y uno puede tener la idea de que desde fuera del coche y con un ángulo más bajo la fotografía sería mejor, pero esta apreciación subjetiva puede poner en riesgo nuestra propia vida, la de nuestros compañeros de viaje y por supuesto, la del animal que queríamos fotografiar, ya que cuando un animal ataca a un visitante la norma suele ser sacrificar al ejemplar problemático. Es por ello que solo debemos bajar del vehículo si el guía local nos dice que es seguro y está aprobado por la normativa del parque.

6.2 Escoger un safari a pie
Algunos destinos y agencias ofrecen la posibilidad de realizar safaris a pie. Este tipo de actividad no solo es más saludable y tiene una menor huella ecológica, sino que además permite conectar de un modo más intenso con la naturaleza y la fauna salvaje. Aprenderemos a seguir e interpretar sus rastros y tendremos más opciones compositivas que desde un vehículo.
6.3 Evitar la temporada alta y los parques populares
Todo el mundo tiene en mente las imágenes de la gran migración de los ñus, pero ir en temporada alta contribuye a la masificación y, por lo tanto, a provocar un mayor estrés a los animales. Todos hemos visto las típicas fotografías de elefantes y leones en medio de la carretera rodeados de decenas y decenas de vehículos, y estaremos de acuerdo con que esta no es manera de disfrutar de la fauna salvaje. Estos safaris se podrían definir como vistas a un parque de atracciones temático con animales. Viajando en temporada baja o media no solo ayudaremos a que la economía local no dependa únicamente de unos pocos meses al año, sino que además contribuiremos a reducir la presión y el estrés en los animales.
6.4 Redes sociales y furtivos
¿Has vuelto de un safari fotográfico por África y no puedes esperar a subir tus mejores fotografías en tu red social favorita? Tómate un tiempo para subir estas fotos, y cuando lo hagas no especifiques el lugar exacto donde las tomaste. Algunos cazadores furtivos se guían por publicaciones en redes sociales para localizar sus próximos objetivos, así que cuidado con lo que subes, cuándo lo subes, cómo lo geolocalizas y etiquetas, ¡no querrás ayudarles!

7. Contacto cercano con el ser humano
Viajando nos podemos encontrar con la posibilidad de fotografiar animales realmente de cerca. En estos casos hay que prestar especial atención al detalle para saber si se trata de una actividad ética y que no pone en riesgo la integridad de la fauna salvaje.
7.1 Fotografía de animales en condiciones controladas
En ocasiones podemos encontrar centros de fauna que permiten la entrada en su recinto. Estos lugares suelen tener un espacio vallado para cada animal. Pueden recordar a un zoo de los de toda la vida, pero tienen un espacio más amplio y mejor adaptado al hábitat natural de los animales. Hay que prestar especial atención a la motivación real de estos proyectos, al estado de los animales y al entorno en el que viven. Algunos de estos lugares dan verdadera pena y otros están respaldados por valiosos proyectos de conservación; solo hay que investigar un poco.
Personalmente no me llena demasiado fotografiar animales en cautividad, por lo que suelo evitar este tipo de lugares. No obstante, algunos esconden proyectos de conservación que merecen un buen reportaje fotográfico que apoye su labor.
Finalmente también hay que tener en cuenta que en estos casos, además de la ética con la fauna salvaje habría que tenerla con los espectadores, informando en cada caso de que la fotografía se ha tomado en condiciones controladas y que por lo tanto no se trata de fauna salvaje.

7.2 Santuarios y centros de rescate legítimos
Cuando decidamos visitar un santuario o un centro de rescate de fauna es importante prestar especial atención a que se trate de centros legítimos, ya que cada vez más proliferan los centros que terminan usando a los animales para lucrarse.
Algunos parques que albergan fauna silvestre llevan a cabo proyectos de recuperación o reintroducción muy loables. No obstante, hay que tener en cuenta que, independientemente de su nombre, en España todos los centros de fauna abiertos al público son zoológicos y se rigen por las mismas leyes, aunque en realidad tengan funciones muy distintas.
Antes de colaborar de cualquier forma es recomendable averiguar cómo trabajan. Si permiten tocar a los animales o darles de comer no son centros de recuperación ni de rescate dignos de llamarse así.
También existen centros que acogen animales considerados ganado por la sociedad, como ovejas, cerdos, cabras, toros, caballos… Estos parques suelen recibir muy pocas subvenciones públicas, pero acostumbran a realizar una labor encomiable que puede ser el tema de un buen reportaje fotográfico.

7.3 Evitar las actividades con animales cautivos, inmovilizados o que han sido atrapados
Algunas empresas ofrecen actividades que conllevan contacto directo con animales: lavar a un elefante, pasear a un tigre, posar para una foto junto a un oso. El animal puede parecer tranquilo, pero en realidad está siendo sometido a la voluntad del ser humano. En muchos de estos casos no solo se ha privado al animal de libertad, sino que está encadenado, drogado y/o maltratado. No debemos contribuir a estas actividades y solo deberíamos fotografiar estos acontecimientos para usar las imágenes a modo de denuncia ecológica.

8. Los dichosos souvenirs
Se termina el viaje y sabes lo que toca: los dichosos suvenires. Hay que llevar algo de recuerdo a las personas que sabes que lo están esperando. En general, a todos nos gusta ser creativos y llevar algo especial, que no sea el típico imán de nevera que venden en todas las tiendas. Aparte de recomendarte comprar artículos hechos a mano, sin plástico y que procedan realmente del país que estás visitando, te ofrezco un par de consejos para que además sean suvenires responsables con la fauna salvaje:
8.1 Evita los suvenires de origen animal
chinas son algunos ejemplos. En general, un viajero responsable debería huir de los recuerdos de origen animal, a menos que estemos totalmente seguros de que la materia prima se ha obtenido de un modo responsable y sin perjudicar en modo alguno al animal.

Por ejemplo, en un centro de reintroducción de renos, no es raro que vendan las astas para recaudar fondos, ya que es un modo de aprovechar las que de modo natural se desprenden cada año a finales de otoño. Pero hay que tener en cuenta que también podemos encontrar astas de ciervo rojo, cuya procedencia suele ser de animales abatidos por cazadores, que las venden como trofeo. La sostenibilidad de los suvenires tiene que ser evidente. Ante la duda siempre es mejor no comprar.

8.2 Apoya proyectos relacionados con la conservación
Cuando visitamos parques, reservas o centros con proyectos de conservación, cobren o no una entrada a las instalaciones, está bien contribuir comprando en este lugar nuestro suvenir. De este modo, aparte de contribuir a la causa, la persona a la que regalemos el objeto participará de algún modo en esta contribución, convirtiendo el recuerdo en algo más especial.
9. Cómo escoger un viaje fotográfico de fauna ético
Como ya has visto a lo largo de todo este artículo proponemos muchos consejos para fotografiar de forma ética en tus viajes de fauna, pero ¿cómo podrías saber si la agencia de viajes o el guía que has contratado cumplirá con todos estos detalles? La mayoría de guías y agencias tienen un apartado en su web donde podrás recabar información sobre ellos, lo que te permitirá averiguar si el respeto a la fauna es un aspecto prioritario. Te dejo algunos trucos para saber si el guía fotógrafo o la agencia tienen unos buenos pilares éticos:

9.1 Asegúrate de que tengan una política estricta de turismo responsable
Si tienes la oportunidad de ver alguna entrevista o charla en directo verás rápidamente si actúa éticamente con su fotografía de naturaleza. Algunas agencias aportan un pequeño porcentaje de sus beneficios a proyectos de conservación como 1 % for the planet. Hay agencias o fotógrafos que tienen un apartado dedicado al compromiso con la naturaleza. Otras maneras de comprobar su compromiso ético es averiguar si forman parte de asociaciones fotográficas o grupos relacionados con la conservación, como por ejemplo ILCP, AEFONA o Comunidad MontPhoto.

9.2 Escoge únicamente viajes que acepten grupos muy reducidos
Personalmente creo que un buen guía de naturaleza no debería organizar salidas con grupos de más de 6 personas para fotografiar fauna salvaje. Una persona que se considere éticamente responsable no debería formar parte de actividades multitudinarias en la naturaleza. Mi recomendación es que cuando pienses en apuntarte a un viaje fotográfico valores antes la calidad del viaje a contratar que el precio o el nombre del fotógrafo que lo guía. Algunos fotógrafos pueden subir el número mínimo de viajeros para lucrarse a costa de la presión sobre la fauna.

9.3 Fíjate si la empresa trabaja con guías locales o si el viaje aporta beneficios a la población del lugar.
No solamente es ético y considerado implicar a empresas locales en estos viajes, sino que además, el valor añadido de los conocimientos y la experiencia sobre el terreno de los guías locales contribuye a reducir nuestro impacto en el medio y la fauna, y garantiza un mayor éxito en los avistamientos. Trabajar con guías y poblaciones locales también contribuye a la economía local y es un modo de devolver algo al lugar que visitamos.

9.4 Asegúrate de que tienen experiencia sobre el terreno.
Algunos guías con nombre venden viajes que nunca han hecho antes. La experiencia es un valor a tener en cuenta y demuestra ética profesional además de responsabilidad con la fauna: conocer al animal, saber por donde se mueve y cómo reacciona son aspectos que aseguran un mayor éxito del viaje y generan un menor estrés al animal.
9.5 ¿Se preocupan por la naturaleza más allá de su negocio?
Indaga en su blog, busca artículos relacionados con el turismo responsable o proyectos de conservación con los que colaboren. Los fotógrafos de naturaleza comprometidos siempre buscan cómo contribuir a la protección y al respeto por la naturaleza a través de sus imágenes.

10. Nuestros viajes fotográficos de fauna
Para nosotros, cruzar la mirada con un animal salvaje es el máximo exponente de la expresión “conectar con la naturaleza”. En nuestros viajes fotográficos de fauna aprendemos a fotografiar fauna salvaje desde el respeto, ya sea siguiendo sus rastros y compartiendo con ellos el mismo paisaje o tomando nuestras fotografías desde aguardos o hides.
Nuestros viajes fotográficos de fauna son muy exclusivos, visitamos zonas muy concretas y con objetivos claros, como el zorro ártico en los confines de Islandia o el bisonte europeo en el bosque de Bialowieza, Polonia.
Organizamos grupos de entre 3 y 6 personas como máximo. Esto nos permite ofrecer una enseñanza y atención más personalizada, adaptándonos a las capacidades e inquietudes de cada alumno, además de lograr mejores resultados fotográficos al no estresar a la fauna salvaje.
Hemos diseñado estos viajes tras años de experiencia sobre el terreno y los realizamos con la ayuda de nuestros guías locales y el apoyo de nuestra agencia colaboradora.
Si sientes curiosidad puedes echar un vistazo a nuestras propuestas aquí.
11. Artículos relacionados
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